Crear una guía de estudio es una de las mejores maneras de prepararse para un examen y mejorar los resultados de su examen. De hecho, un estudio realizado por investigadores de Stanford encontró que aplicar un enfoque estratégico al estudio ayudó a los estudiantes universitarios a mejorar sus puntajes en los exámenes en un promedio de un tercio de una calificación de letra.
Su guía de estudio es más que una simple colección de sus notas de la clase. Es una herramienta de estudio personal, personalizada para adaptarse a su estilo de aprendizaje único y rutina de estudio.
Consulte estos consejos para crear una guía de estudio que le brindará una comprensión más profunda y significativa del material de su próximo examen.
1. Empieza organizando tus notas
Querrás organizar la información en tu guía de estudio de una manera que tenga sentido para ti. El tipo más común de guía de estudio se llama «hoja de resumen». Para crear una hoja de resumen, organizará sus notas conceptualmente.
- Paso 1: Divide tu papel en dos columnas, con la columna derecha teniendo mucho más espacio que la columna izquierda.
- Paso 2: En el lado derecho de su trabajo, enumere los conceptos o términos más importantes de cada capítulo o lección que se cubrirán en la prueba. Debajo de cada elemento, proporcione un resumen o descripción. También puedes incluir ejemplos del texto que te ayudarán a recordar el material.
- Paso 3: En el lado izquierdo de su papel, escriba preguntas de referencia que correspondan a la información de la derecha. Luego, cubra el lado derecho del papel y vea si puede responder las preguntas de la izquierda.
El método de la hoja de resumen te obliga a revisar tus notas a medida que las transcribes en tu guía de estudio, lo que hace que sea más probable que recuerdes la información más tarde. Al hacerse un cuestionario sobre las preguntas de la columna de la izquierda, puede determinar qué conceptos y términos necesita revisar más a fondo.
Hay varias otras formas de organizar una guía de estudio y el mejor método dependerá del contenido que esté estudiando. Por ejemplo, si está creando una guía de estudio para un próximo examen de historia, ordenar sus notas cronológicamente y crear una línea de tiempo de eventos lo ayudará a comprender el contexto histórico detrás de la información.
Estas guías de estudio se parecen a las notas tomadas con el método de Cornell.
2. Preguntas de ensayo de práctica
Puede prepararse para posibles preguntas de ensayo practicando las respuestas de antemano. De esa manera, en caso de que surja una pregunta similar en el examen, tendrá una respuesta bien pensada lista para usar. Puede tratar de anticipar cuáles podrían ser estas preguntas utilizando exámenes o cuestionarios anteriores, o puede copiar las preguntas de revisión del libro de texto, que a menudo se encuentran al final de cada capítulo. Si bien memorizar el material es uno de los beneficios de usar una guía de estudio, practicar preguntas de ensayo lo ayudará a asegurarse de que puede aplicar su conocimiento en una respuesta escrita.
3. Haz una sección de vocabulario
Si hay una sección de vocabulario en el examen, dedique una parte de su guía de estudio a términos y definiciones clave. Incluso si no hay una sección de vocabulario en el examen, sigue siendo importante conocer los términos clave para cuando aparecen en el contexto de una pregunta. Conocer tu vocabulario te ayudará a sentirte más cómodo usando términos importantes en las respuestas de tu ensayo, lo que le muestra a tu instructor que tienes una gran comprensión del material del examen.
Los mapas conceptuales son una excelente manera de estudiar vocabulario, especialmente si eres un aprendiz visual. Para crear un mapa conceptual, dibuje una forma alrededor de términos clave y luego dibuje líneas para establecer su relación con otras palabras o conceptos.
El ejemplo visual sería bueno aquí Mapear visualmente las relaciones entre diferentes palabras de vocabulario no solo te ayuda a recordar definiciones, sino que también te ayuda a establecer conexiones importantes entre términos y conceptos clave.
4. Escríbelo a mano, no lo escribas
Puede que no parezca un gran problema, pero es fundamental que escriba a mano su guía de estudio en lugar de crearla en una computadora. Si bien a menudo es más fácil y rápido escribir algo, escribir a mano requiere que disminuya la velocidad y piense en la información que está transcribiendo. Esto le brinda el beneficio adicional de absorber realmente la información que necesita estudiar mientras está en el proceso de creación de su guía. Si necesita escribir su guía de estudio por cualquier motivo, se recomienda que la imprima después de que haya terminado. Leer un documento en la pantalla de su computadora no lo ayudará a retener información y será propenso a más distracciones de Internet, como notificaciones de redes sociales o correos electrónicos.
5. Hazlo personal
Uno de los mayores beneficios de crear su propia guía de estudio es que puede adaptarla para que se adapte a su estilo de aprendizaje. La mayoría de las personas se encuentran dentro de cinco tipos diferentes de estilos de aprendizaje: visual, auditivo, lectura / escritura y kinestésico. Como resultado, dos estudiantes que estudian para la misma prueba pueden tener guías de estudio muy diferentes.
Como ejemplo, los estudiantes de lectura / escritura pueden beneficiarse de la creación de una guía de estudio más tradicional, como la hoja de resumen, y reescribir repetidamente el material. Los estudiantes visuales se beneficiarán más de la codificación por colores y la creación de mapas conceptuales para crear conexiones significativas entre los conceptos clave.
Estudiar para los exámenes puede parecer intimidante, pero con el enfoque correcto, puede aumentar sus posibilidades de éxito. Crear una guía de estudio personalizada lo ayudará a revisar la información de la manera que sea más útil para usted y, como resultado, puede ayudarlo a mejorar los puntajes de sus exámenes.